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Metodología

El área de ciencias naturales y educación ambiental, pretende desarrollar habilidades, destrezas, conocimientos, actitudes y valores que habiliten al estudiante para participar en forma eficaz en la solución de situaciones problemáticas de la vida diaria, de una manera competente, inteligente y creativa.

En las primeras etapas, el niño no percibe las cosas separadas unas de otras, sino relacionadas entre sí; en otras palabras, percibe totalidades. Esto significa que el niño aprende a partir de totalidades o de sistemas globales y a medida que avanza en los distintos grados educativos, va desarrollando procesos de análisis y puede hacer uso de su pensamiento hipotético-deductivo, para reconstruir conceptualmente sistemas cada vez más complejos y tener una visión global del mundo. Visto de este modo, el estudio del área parte de una concepción del mundo macroscópico que rodea al niño hasta llegar, mediante una exploración más profunda, al mundo microscópico. 

Esto quiere decir que el niño en los primeros grados debe manipular los objetos de su entorno, interactuar con ellos, cuestionarse el porqué de determinados fenómenos, realizar experimentos, recoger en forma organizada datos y observaciones, realizar clasificaciones y progresivamente hacer deducciones. En otras palabras el niño llegará a una conceptualización cada vez más profunda partiendo de su interacción con los seres de la naturaleza. Se trata pues, que lo que aprenda el niño acerca del mundo, esté de acuerdo con su desarrollo tanto biológico como psicológico y responda a las necesidades y requerimientos de la sociedad. Nada se gana con tratar de llenar la mente del niño con datos e informaciones muchos de los cuales posiblemente no pueden ser comprendidos todavía por él. Lo que se busca es desarrollar en el niño una actitud científica, mediante la realización de una serie de actividades, que al ser sistematizadas se convierten en procesos científicos, los cuales no son etapas del método científico, pero si aspectos del mismo y cuyo aprendizaje es indispensable para manejarlos con propiedad.

El plan considera importante el trabajo individual o de grupo entre los estudiantes en las diferentes actividades, ya sea a través de proyectos, centros de interés o solución de problemas, dándole oportunidad de interactuar con la comunidad, especialmente en lo referente a preservación y uso racional de los recursos naturales.

Las ciencias naturales es necesario enseñarla como lo que es, como una ciencia experimental que no ha seguido, ni sigue un patrón definido. Las ciencias naturales no son una simple acumulación de conocimientos empíricos; tampoco es un juego matemático de fórmulas más o menos obscuras.

El área de ciencias naturales y educación ambiental, propone privilegiar la propuesta didáctica de enseñanza y aprendizaje por investigación dirigida o ciclo didáctico como estrategia que tenga como contexto la educación básica y media vocacional, con la finalidad de ofrecer a los alumnos una educación científica básica que les permita desenvolverse con solvencia, teniendo en cuenta que la gran mayoría no van a ser científicos[1].

Fanny Ángulo Delgado de acuerdo con Cañal et al (1993), definen las actividades enseñanza-aprendizaje en varios procesos:

1.      Procesos de flujo y tratamiento de información: Las actividades de enseñanza-aprendizaje tienen una función básicamente comunicativa, en la que el profesor pone al alumno en contacto con el conocimiento científico que espera que aprenda.  A través de las actividades circula la información y hay un intercambio de creencias, valores, sentimientos, comportamientos, que hacen parte del “contrato didáctico” que es diferente para cada grupo ya que no hay dos iguales. El dispositivo a través del cual circula y se intercambia la información, es el de la evaluación, por esto al planear las actividades es necesario reflexionar y tomar decisiones sobre el qué, cómo y cuándo.

2.      Procesos orientados: Las actividades de enseñanza-aprendizaje buscan responder a unas actividades de formación, que responden a los puntos de vista del profesor pero que en última instancia deben corresponder con aquellas que se proponen desde el currículo.

3.      Procesos interactivos: Como las actividades de enseñanza-aprendizaje tienen un carácter comunicativo, la interacción es el componente que mejor las define y que tiene lugar entre los miembros de la relación pedagógica profesor-alumno y entre alumnos.

4.      Procesos organizados: Las actividades de enseñanza-aprendizaje responden a una estructura que no sólo les da forma y orden, sino que les imprime una identidad didáctica, coherente con los puntos de vista de quien las diseña y aplica. Esta identidad didáctica es el modo que el profesor tiene de entender la enseñanza de las ciencias, la forma de presentarles los contenidos a los alumnos y las ideas que tiene respecto a cómo ellos/ellas aprenden ciencia.

5.      Procesos característicos del sistema-aula: Las actividades de enseñanza-aprendizaje se llevan a cabo en el entorno del aula, en el marco de un sistema académico escolar y tiene una finalidad. Por eso, son tan especiales y se distinguen de otro tipo de actividades como las que se llevan a cabo en familia o en otro contexto social.

Teniendo en cuenta cómo puede ocurrir el aprendizaje de los alumnos desde un enfoque de construcción del conocimiento, se plantea un ciclo de aprendizaje, una estructura organizada de la enseñanza, que parece tener su origen en las ideas del físico Robert Karplus, para el proyecto Science Currículum  Improvement Study (SCIS), de la universidad de California en Berkeley. La identificación de las fases de exploración, introducción de conocimientos y aplicación, aparecen en los primeros trabajos sobreel SCIS, a finales de los años cincuenta y comienzos de la década de los sesenta (Lawson, 1994).

De acuerdo con Lawson (1994) y con Settlage (2000), el término ciclo de aprendizaje, apareció por primera vez en 1970, en la guía del profesor de las unidades del programa SCIS, asociado a los términos exploración preliminar, invención y descubrimiento. Pero hacia 1976, se puso en evidencia que muchos profesores no entendían el significado de esos términos en el contexto de la clase.

Esto condujo a que en 1977, Karplus cambiara los nombres de las fases del ciclo de aprendizaje por exploración, introducción de conceptos y aplicación. Esta decisión, obedece a que desde su punto de vista, los nombres de las fases del ciclo de aprendizaje, deberían tener significado para el profesor.

Proponer un ciclo de aprendizaje, implica asumir que el proceso de construcción del conocimiento científico, avanza por etapas es decir, que en general, las personas no aprendemos con la primera explicación del profesor y suponiendo que así fuera, no hay garantía de que el aprendizaje perdure. En palabras de Joshua & Dupin (1993), el tiempo de enseñanza no coincide con el tiempo de aprendizaje.

El primer aspecto en el ciclo didáctico de una pregunta central a manera de problema auténtico, es decir, significativo e interesante para los estudiantes, que parta de situaciones reales, sencillas y concretas y que no desborde las posibilidades de solución; son problemas, para los que pueden haber una pluralidad de respuestas. Requieren el conocimiento profundo del profesor de la disciplina, como de las intenciones que persigue, de lo que quiere que los estudiantes aprenda; así como, de los objetivos y competencias que quiere enseñar[2].

En los diferentes modelos constructivistas se identifican diferentes tipos de actividades que tiene finalidades muy específicas, para ciclo de aprendizaje siguiendo las ideas de Jorba & Sanmartí (1996), son:

1.      Actividades de exploración: Tiene como finalidad que el alumno haga explícita la explicación que más le convence o las concepciones que posee respecto a un determinado contenido científico, para que empiece a reconocerlos y para que el profesor pueda tomar estas ideas como punto de partida y diseñe actividades que le sirvan al alumno para contrastarlo con los nuevos conocimientos a aprender. En esta fase se pueden usar otros instrumentos mediante los cuales se intenta comunicarle los objetivos de aprendizaje, porque se asume la importancia fundamental de que reconozca cual será el objeto de aprendizaje (el contenido científico), cuál será su utilidad y exprese a lo largo de la secuencia de aprendizaje, las dificultades que le plantea aprender ciencias.

2.      Actividades de introducción de nuevos puntos de vista sobre contenidos científicos (nuevos para el alumno): Es decir, que dice la ciencia respecto al fenómeno en cuestión. Desde el modelo constructivista que se está planteando, esto significa que el profesor debe diseñar situaciones de enseñanza progresivamente más abstractas para el alumno, comenzando por las más intuitivas. De esta manera se intenta garantizar que más alumnos aprendan o que por lo menos se acerquen al nuevo modelo científico con un nivel de abstracción mayor del que tenían antes de empezar el ciclo.

3.      Actividades de estructuración: Tiene la finalidad que el alumno sistematice y estructure los nuevos conocimientos, ya que no es fácil para él/ella, distinguir qué es lo que hace que su explicación sea diferente de la que su profesor pretende que aprenda. Establecer estas diferencias, requiere un proceso de síntesis y de estructuración, que es poco útil si lo hiciera el profesor. Debe hacerla el mismo alumno y por esta razón se hace necesario crear actividades de regulación específicas para esta fase del ciclo. En esta fase, la interacción con los compañeros (evaluación mutua) o con el profesor (coevaluación), tiene especial relevancia porque el alumno pude contrastar sus ideas con las de sus compañeros y con los conocimientos presentados. De este modo se promueve la síntesis que hace cada alumno del nuevo modelo científico que el profesor ha introducido.

4.      Actividades para aplicar nuevos puntos de vista a otras situaciones: La principal finalidad de esta fase, es que el alumno vea que es posible interpretar la ciencia y los fenómenos desde un modelo muy distinto al que conocía y desde el cual, puede enfrentar una gran variedad de situaciones que se le presentan a diario, relacionadas con la toma de decisiones y la explicación de asuntos para los cuales necesita una educación científica básica. En esta fase, la autoevaluación pone en evidencia qué tan significativo le resulta al alumno, el modelo propuesto (y discutido con sus compañeros de grupo y con el profesor), a la hora de tomar dichas decisiones. La autoevaluación se convierte en el ejercicio que hace posible al alumno autor regularse. Así mismo, le informa al profesor y al alumno, qué tanto ha aprendido este último, además de ser un buen momento para atender a la diversidad de los alumnos, porque se pueden utilizar diferentes situaciones para constatar hasta qué punto han entendido el nuevo modelo y quienes necesitan más tención.

Estas ideas sobre el ciclo de aprendizaje se presentan en el cuadro de la siguiente página adaptado de Sanmartí (1995) y de Jorba & Sanmartí (1996), es tomado del documento: Enseñar, Aprender y Evaluar en Ciencias Naturales: Tres procesos inseparables Por: Fanny Angulo Delgado (Ph. D.)Grupo de Educación en Ciencias Experimentales y Matemáticas - GECEM Universidad de Antioquia.

Un elemento muy importante que se destaca en este ciclo de aprendizaje, es que la regulación y la autorregulación de los aprendizajes forman parte del ciclo, la primera acompañando a la enseñanza y la segunda, como finalidad del aprendizaje



Es necesario dejar en claro que no hay un método único para enseñar por tanto es válido escoger otro de acuerdo al grupo y a lo que se va a enseñar, el que se aplique debe incentivar el carácter investigador en el estudiante



[1]El Enseñar, aprender y Evaluar en Ciencias Naturales: Tres procesos inseparables. Por: Fanny Angulo Delgado.
Grupo de Ecuación en Ciencias Experimentales y Matemáticas – GECEM Universidad  de Antioquia.
[2]Proyecto de sostenibilidad escuelas de calidad, 2007. Ciencias Naturales y Educación Ambiental. Ciclo Didáctico.



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